¿Sabes qué es la Bioenergética? Así, de primeras y traduciendo las dos palabras de las que se conforma podemos deducir que, BIO, siendo un prefifijo de origen griego encuentra su significado en la palabra VIDA. Y energética hace referencia a la energía en sí. Por tanto podríamos entender algo así como la energía de la vida. En este caso hace referencia al flujo de nuestra propia energía vital.
En la década de los 50, desde una importante corriente psicológica, se desarrolló un tipo de terapia o análisis Bioenergético a través de ejercicios corporales que servían para eliminar las tensiones, aumentar la energía y estimular el buen funcionamiento del organismo en todas sus expresiones: físico, emocional y espiritual. Se investigó que, en base a una determinada tipología de carácter, se entendía una posible predisposición a determinados bloqueos energéticos expresados en forma de síntomas físicos y que se trataban con este tipo de terapia corporal. Para entender su base teórica definimos 3 puntos fundamentales:
☑️ Todo organismo viviente capta y emite una energía que le es propia.
☑️ Dicha energía puede estar orientada hacia la propia destrucción del organismo o bien hacia su pleno desarrollo.
☑️ Es posible, mediante técnicas especiales, canalizar la energía en forma adecuada de tal manera que influya positivamente en los desequilibrios energéticos del cuerpo.
Podemos hacer una comparación de los fundamentos en los que se basa la Bioenergética y los principios físicos de las leyes de la termodinámica.
☑️ El universo se compone de materia y energía. Los cuerpos materiales poseen una cierta cantidad de energía que puede pasar de unos a otros, almacenarse o liberarse. Esta energía no se crea de la nada ni se destruye totalmente, sino que se transforma en diversas formas.
☑️ Toda la materia del universo tiende a su destrucción y desorganización. Esta tendencia se denomina entropía positiva. Sin embargo, existe al mismo tiempo otra tendencia de sentido opuesto por la cual el universo y la realidad camina hacía una organización cada vez más rica y compleja, tendencia inversa a la anterior y denominada entropía negativa o sintropía.
Decía el gran psicólogo Carl Rogers que el universo está continuamente creándose y construyéndose a la vez que destruyéndose, al igual que el ser humano.
Según la Bioenergética, la vida emocional de las personas depende de la conexión entre la movilidad de su cuerpo y la correcta distribución del flujo energético. Si aumentamos la movilidad de nuestro cuerpo y permitimos que la excitación del flujo energético fluya seremos más resistentes a influencias negativas y también seremos origen de influencias positivas hacia los demás, al estar más cargados de energía. “Si tú eres tu cuerpo y tu cuerpo eres tú, este expresa quien eres”.
En la terapia Bioenergética se utilizan principalmente dos grupos de ejercicios para ayudar a la persona a ponerse en contacto con su cuerpo y a reducir las tensiones musculares que evitan la descarga de la excitación o el desahogo de la tensión. En el primer grupo están todos los ejercicios que tienen por objetivo enraizar al individuo sobre la tierra a través de sus pies y sus piernas y a superar su ansiedad de caer o fracasar. El segundo grupo tiene como objetivo especial liberar la pelvis y abrir la salida a los sentimientos sexuales; en este segundo grupo la flexibilidad de las rodillas es fundamental para que la excitación energética o la sensación fluya a lo largo de las piernas hasta los pies.
Nosotros, con nuestra práctica de Yoga físico estamos haciendo una terapia bioenergética inespecífica pero sistémica. Las torsiones, flexiones, equilibrios, aperturas de plexos nerviosos y ejercicios de respiración nos facilitan el correcto flujo de energía a través de nuestros Nadis o canales energéticos por los cuales fluye nuestro prana o energía vital según la medicina Ayurveda y los fundamentos del Yoga. Hay numerosos estudios que evidencian la relación de toda nuestra musculatura pélvica y nuestro sistema emocional.
Por ejemplo, el Psoas es el músculo más profundo del sistema muscular y uno de los que más se trabaja en la práctica física de Yoga, se le conoce como el músculo del alma y está ubicado en la zona pélvica y la cadera. Conecta nuestras últimas 5 vértebras lumbares con las piernas. Es como un órgano de canalización de energía que nos conecta a la tierra y nos permite crear un soporte firme y equilibrado desde el centro de nuestra pelvis. Cuanto más flexible y fuerte esté el psoas, más podrá nuestra energía vital fluir a través de nuestros músculos, huesos, articulaciones y conectar con todo nuestro potencial creativo.
La conexión cuerpo-mente es algo que ya contemplaban y trabajaban los primeros sabios y sobre lo que cada vez hay más evidencia en nuestra época y más profesionales tienen en cuenta a través de la psiconeuroinmunología. Pero esto es algo sobre la que ya hablaremos en otra ocasión.
Juan Carlos N.
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